martes, 20 de julio de 2010

Pedro Meyer y como se fotografia en el siglo XXI..




Mientras miraba el trabajo Pedro Meyer en el centro cultural metropolitano me martillaba la idea de que acá llegue por simple casualidad, de esos avatares del destino que por sorpresa nos llevaron allí, yo solo fui a recolectar datos sobre la expansión demográfica de Quito en la década de los 70s, no lo conseguí, el registro municipal ahora se encuentra ubicado en la casona que borda la 10 de agosto y la colon, era muy tarde para ir al nuevo registro y muy temprano para llegar a la casa así que decidí comerme uno de esos enormes sánduche que se venden a unos pasos y ver que me ofrecía el centro histórico, supuse de alguna exposición presentándose en el CCM, y en efecto no solo tenia una exposición sino también una conferencia, con el maestro de la fotografía que se realizan en estas tierras sureñas, Pedro Meyer. Bingo.

Si tuviéramos que darle un solo adjetivo a Pedro ese seria el de apasionado, con que?, pues con la fotografía. Una ves se desplomo cruzando un río y no protegió su integridad, pero si sus cámaras, así como ahora no le esta importando su integridad profesional todo en causa de defender las convicciones que el como fotógrafo construyo durante todos estos años, su clara posición de apertura y avanzada al acoger la era digital en un mundo donde nunca falta quienes con cierto grado de recelo gritan a los cuatro vientos que el quehacer fotografío se degrado con la llegada de la tecnología.

Si alguien sabe de la cámara es Pedro Meyer, su kilometraje lo ubica en miles de diferentes latitudes durante la mayor parte de su vida y mas que eso la manera de retratar aquellas han dejado su huella en el quehacer fotográfico, son un legado que le han enseñado bien que todos los beneficios que las nuevas generaciones tenemos no deben amputar nuestra creatividad ni mucho menos nuestro esfuerzo, son simplemente dos plataformas en la cuales nos debemos mover si queremos tener éxito capturando imágenes, de tecnología es acerca de lo que nos hablo Pedro, una de sus iniciales preguntas era de quien de todos los reunidos en el salón usamos un reloj, fueron muy pocos lo que la alzaron, es un signo de los tiempos, eso no nos queda duda, todos tenemos celular y los que gustan de las fotos, ya se de forma pro o para tomarse muchando con la pelada o en las bielitas con los panas.

Hoy tenemos todo lo que en su día los supersónicos nos mostraron como un mundo lejano e inalcanzable menos los autos voladores, lo cierto es que si en los inicios del anterior siglo la fotografía todavía era considerada un atractivo juguete para las clases adineradas hoy es el vehiculo d comunicación enorme, todos nos podemos comunicar con ellas, subimos nuestras fotos por Facebook y dejamos que el mundo se pronuncie sobre la memoria fotografía que vamos creando. No sabemos cuantas fotos aparecen en Internet cada día, pero superan ampliamente a las tomadas durante todo un año antes de que la revolución digital llegara a nuestras manos. Ahora que todos podemos tomar fotografías no significa que todos podemos también hacerlo bien, allí las cosas no han cambiado, depende de ti, cuantas veces das click en el disparador, cuanto tiempo te quedas corrigiendo o alterando las fotografías que has tomado

Sobre la fotografía documental y periodística tiene sus criterios. Deberían transformarse en parte del discursos acerca del quehacer fonográfico pero ya no proponiéndose ser una especie de verificador de la verdad, una fotografía nos miente por que captura una parte de todo lo que sucede en aquel momento, y es además hoy en la era digital alterada antes de capturarla y después de aquello. Meyer menciono a otro grande de la fotografía sudamericana, Sebastian Salgado, de el cual digo ser pana pero sin duda eso no es pretexto para entender como verdad sus fotografias, “la realidad no es blanco y negro, entonces todo el archivo de Salgado no es real” fue su sentencia. EL fotoperiodimos debe tener buscar un nuevo camino que recorrer y validar su razon de ser, pues tratar de seguir jugando al papel de redentor de la verdad es algo que podria hacerla en un futuro desaparecer.

Esas fueron las enseñanzas de quien tiene en su haber miles y miles de fotografias, alguien que empezo su andar a traves de las cintas y el cuarto oscuro y hoy se encuentra inmerso y comandando la fotografia digital como medio de expresión, “todos los fotografos nos gusta contar historias”, Meyer ya conto cientos de miles y le encanta saber que el mundo hoy puede dejar un testimonio no de la verdad sino de lo que somos y de los que quisimos expresar.

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