Hugo Chávez antes de ser una fuerza desequilibrante en el continente, presidente, militar, estudiante; mucho antes de escuchar a su tío los ideales de la revolución, antes de pararse ante una cámara y empezar acumular todo el poder que hoy día posee, solo le gustaba el baseball. Quien hoy habla de ser el instrumento del socialismo hace 10 años solo quería entrar a las grandes, y jugar en los Yankees, la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.
Si uno conoce un poco Venezuela cae en cuenta de que Huguito por aquel entonces no era nada especial ni original, debido a la enorme afición que los del cauca le hallaron al jueguito de la pelota, algo que apenas existente en el resto del territorio sur. Al mandatario ahora le irrita esa realidad, y como el poder desborda incluso en esto; desea cambiar de una ves por todas; ahora los suyos tomaron gusto por futbol. Que de pronto clasifiquen al mundial cuando siempre quedan ultimo y sobretodo, no les interesa ni gaber eso. Acá hace 10 años éramos malísimos, mientras en otros lugares existía ya un futbol Business que manejaba jugadores de exportación; en el Ecua salíamos de las barriales, pero que chuchas por que sentimos el futbol. No nos importaba si era: jugamos como nunca, perdimos como siempre. Es lo que nos apasiona
No veo el sentido de querer inculcar un deporte con el cual no se identifican, eso los hace hipócritas con ellos mismos. Empezando por el mandatario que reniega de su juvenil afición solo por que el Pele es negro y Maradona tiene al Che bien pegado en el hombro. Los complejos solo retardan la sociedad, “no se puede corregir a la naturaleza”
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