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James Cameron esta en el epicentro del mainstream hollywoodense desde que en los ochenta le dio un giro enorme al genero de ciencia ficción con “Terminator”, cinta que catapulto a la fama al hoy gobernador de California además de a todo el mundo cuando hizo a Robert Patrick agua; de aquella salieron tres secuelas mas así como una serie de TV que hoy se trasmite por Sony Televisión, su creador se refugio en la experimentación 3D y después de realizar Titanic la cual es hasta hoy junto con Ben hur, las dos películas mas galardonadas por la academia y claro la mas taquillera de la historia. Avatar es la apuesta de James para en el nuevo siglo, y sale empatado por mostrar una cinta entretenida a pesar de a veces caer en la obviedad.

EL hombre a continuado su evolución hacia el mas allá tanto que lleva su propia lógica viciosa hacia otros planetas, todo sea por el dinero que sigue funcionando de pretexto para destruir lo que se ponga en el camino. El guión es algo que ya hemos visto tanto en documentales como en ficción, que al final resulta ser una historia que ya la hemos visto en algunos western (quizá en la mayoría) y claro incluso Disney, por que la trama en si se parece al cuento de Pocahontas, pero lo conseguido en efectos especiales hace al publico deslumbrarse tanto viendo lo que sucede que saber el final, queda en segundo plano aunque el guionista bien pudo dar una gran vuelta de tuerca y no hacer que el americano, de nuevo, sea el que salve el planeta, sea propio o peor aun de otros.


La dualidad en la que nuestro protagonista se mueve le da cierta vitalidad a toda la trama que no baja de intensidad en ningún momento pues mira su realidad reflejada cuando es un ex militar que por azares del destino se encuentra ocupando el sitio de su hermano gemelo biólogo. Allí nos deslumbraremos con el mundo que Cameron a creado para esta historia aunque nunca sin salir de las obvias relaciones con nuestro entorno, o mas bien dicho con el entorno que estamos destruyendo, igualito que en la película.

EL uso del 3D aumenta una profundidad que hasta los 90s era imposible producir en el cine, la anterior década se primeros pasos aunque sea con tropezones y es que quien alguna ves pensaba en que este formato se transformaría en el siguiente gran paso del cine tal como lo fue el color y el audio en los años 50s, los cuales reinventaron la manera de ver cine, en este caso la mejoran pero resultan ser solo un extra en cierto tipo de películas y no una reinvención de todas ellas indistintamente de su genero, presupuesto o cualquier otra variante. Claro que acá se nota la mejoría de manera realmente y es intentos de compaginar personas reales con construcciones 3D no resultaban del todo satisfactorias, las precuelas de star Wars o el mismo gollum en el señor de los anillos son testimonio de este cine que se estaba construyendo pero faltaba trayecto para su perfección, si bien Avatar representa un paso adelante en la tecnología empleada en el cine no es un cambio en si. El cine sigue siendo cine y tendrá que aparecer un Hitchcock o un Kubrick para cambiarlo una ves mas.

Avatar sale bien librada, y probablemente con una taquilla que le será favorable a pesar de que tiene que llegar a colmar muchos ceros antes de poner un numero y que el director aparezca en los tabloides de chismes como un ogro que no quiere dar autógrafos, y probablemente no se equivocan. Cameron nos presenta una historia que mejora con la utilización del 3D por que en realidad el punto fuerte de la películas son los efectos y no tanto un guion que deja la leve reflexión a los mas pequeños, por no decir inexpertos sobre nuestro planeta y lo que le hacemos pero también un montón de clichés que por el bien del mainstream gringo, ya deberían desaparecer.