viernes, 27 de febrero de 2009

Pasochoa remember…


Si viven en Quito, o algún día se dan una vuelta por la ciudad, basta solo alza a ver y gira 360 grados, estas en plena cordillera, rodeados de montañas, eso permite estar a un paso mas cerca del cielo, a unos cuantos pasos que decidimos recorrerlos un dia muy lejano a hoy.

El Pasochoa es un cerro, de los tantos que hay en la cordillera andina, sin embargo este es también un parque ecológico. Lo que proporciona estacionamientos, lugares para comida, rutas establecidas y la seguridad de que en tu trayecto no te des un susto dada la biodiversidad de la zona, hay guardias, caminos ya trazados, etc. Ninguno de estos beneficios llego a nosotros, o mas bien nosotros ellos, nuestro “guía” prefirio una ruta alternativa

El trayecto por el cual nos indico era ideal para lo que mi pana hace, moto enduro, bueh la verdad es que si se sintió el carro cuando caía en algún hueco es por mi culpa, le fui a reventar los amortiguadores hasta llegar a Manta la semana anterior. Igual no fue ningún problema mas que el ruidito de la caída pues estábamos en un tuco y grande, el camino a mejorando bastante. Mitad del recorrido, y por el mero hecho de que la naturaleza no se la puede apreciar dentro de una caja de lata, toca ir a pie hasta la cima.

A pesar de que todos en el grupo somos fumadores la caminata tampoco causo estragos en nadie, a lo mucho un poco de fatiga en el final. Bendita juventud. Claro hubo algunos breaks de diez minutos pero igual así llegamos a tiempo para mirar la caída del sol en uno de los sitios mas altos que dispone la ciudad. Mirar algo como lo que se aprecia en las fotos no solo toca estar a tiempo justo en el lugar indicado, la suerte aquí igualmente corre una importancia y es que si llueve, te jodiste y no es solo si te gusta o no la lluvia, los momentos kodak arruinados y una gripe de las mil madres en camino.

Esta ves las nubes solo hacia el ocaso mas espectacular, el pasto tornándose dorado a la vez que las nubes tapaban parte del resplandor dejando una silueta de luz que solo se puede apreciar aquí cerca del cielo. El frío de la noche también empezaba a sentirse, y era parecido en intensidad con el ocaso, nos apuramos bajando por que en la noche seria mas densa la bajadita.

Para rematar, y confirmar la suerte, el cielo se despego totalmente dejando ver todas las estrellas alrededor, y bajo el estruendoso ruido de la música electrónica saliendo del carro era lo mejor para finalizar la escapada que cada uno se dio por diferentes motivos.

Ya después en el valle nos perdimos hasta dar con Quito y a la zona, no se ocurrió otro lugar para ir, mientras mirábamos la cámara las fotos del team, sonrisa de hornado después de los logros, los excesos, las mentiras, las reconciliaciones, y llevar por momentos una vida que solo se mira en las películas…y el hecho de caerse bien ante cualquier otra cosa.

Desde que yo deje la universidad hace mas o menos dos años no nos habíamos vuelto a reunir así, mejor pues…al menos quiero llegar a los cuarenta. Pero eso si las chelas y el humo estuvieron una bestia, me perdi un dos cosas importantes, pero no valen lo que media hora en medio de la nada con mis brdrs.
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